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Algunas cosas curiosas


[El Café de Ocata, junio 2010]

1. La Rioja es la comunidad española con mejores resultados en las pruebas de evaluación de competencias básicas. Es también la que tiene más alumnos extranjeros por aula (18,3%).

2. Los alumnos emigrantes en Galicia son los que más rinden académicamente de todos los emigrantes. Tanto es así que su puntuación (494) es superior a la de los alumnos nativos en el País Vasco (480), Canarias (473), Baleares (473) y Valencia (470).

3. El fracaso escolar de los niños es superior en todas las comunidades al de las niñas. Las diferencias más notables se encuentran (por porcentajes) en La Rioja (40,3-21,3), Castilla La Mancha (43,3-23,1), Murcia (42,3-25,8), Extremadura (40,7-24,7), Andalucía (41,4-26,6), Canarias (41,9-28,3), Baleares (48,3-32,2) y Valencia (45,5-29,5).

4. Donde mejor lo tienen las niñas es en el País Vasco. Donde peor lo tienen los niños es en Baleares. Una niña guipuzcoana, al comenzar su escolaridad, tiene el 11,8% de posibilidades de fracaso, mientras que un niño de Baleares tiene el 48,3 %.

5. La Rioja, la comunidad con mejores resultados tiene una ratio de alumnos por profesor superior a la de Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia.

6. Los alumnos que menos repiten en primaria son los catalanes; pero son los que más repiten en secundaria.
Los hijos de padres con estudios universitarios obtienen una puntuación media de 520 puntos; los hijos de padres que no han completado sus estudios, de 450 puntos.

7. Tal como están las cosas un alumno sólo puede aspirar a la excelencia si es, preferentemente, de La Rioja (10-9), Asturias (12-6), Castilla y León (9-8), Aragón (12-8), Navarra (14-8) y Cantabria (13-7). La primera cifra indica el porcentaje de alumnos en los niveles de resultados más bajos y la segunda, en los niveles de resultados más altos. Las posibilidades disminuyen en Cataluña (19-5), País Vasco (16-4) y, especialmente, en Andalucía (23-3).

8. La comunidad que más gasta por alumno es el País Vasco (9.835 euros) y ocupa el puesto 14 por resultados.

9. Ayer, en un debate televisivo, la presidenta de Rosa Sensat me criticaba (¿o me despreciaba?) por "resultadista", es decir, por fijarme en cosas tan prosaicas y, por lo visto, tan escasamente pedagógicas, como los resultados.


Gregorio Luri (LINK)

La educación, factor de igualdad


Revista del Consejo Escolar del Estado, n.11, 2009

"La educación, factor de igualdad"



ÍNDICE

Monográfico


Del Amo del Amo, Mª Cruz: La educación de las mujeres en España:
de la “amiga” a la Universidad ............................................................................... 8-22

Rubio Castro, Ana: El abandono y la falta de éxito de los chicos en la escuela,
un problema de género ..................................................................................................... 23-39

Blat Gimeno, Teresa: Resultados académicos y relación formación-empleo
según el sexo ...................................................................................................................... 40-58

Estudios e Investigaciones

Díaz-Aguado Jalón, Mª José: Convivencia escolar y prevención de la
violencia de género desde una perspectiva integral ................................................. 59-72

Castaño Collado, Cecilia: Los usos de Internet en las edades más jóvenes:
algunos datos y refl exiones sobre hogar, escuela, estudios y juegos ................. 73-93

Tribuna Abierta

Subirats Martori, Marina: La escuela mixta ¿garantía de coeducación? ................ 94-97

García Cebrián, L. y Manzano Gómez, Á.: Caminando hacia la coeducación ........ 98-104

Gonzalo Valgañón, Altamira: La aplicación de la Ley de medidas de
protección integral contra la violencia de género ............................................ 105-109

González López, Isabel: La orientación académica y profesional en clave de igualdad ...... 110-121

Entrevista

Miguel Lorente Acosta: Todas las mujeres pueden ser víctimas, incluso
las más activas y libres ..................................................................................... 122-127

Firma invitada

Martínez López, Cándida: Escuelas de igualdad ................................................ 128-131

Experiencias

Coba Arango, E.; Grañeras Pastrana, M.; Gil Novoa, N. y Ruiz Veerman,
E: Los Premios Irene, la paz empieza en casa ............................................... 132-138

Heredero de Pedro, C. y Muñoz Hernández, E.: Más y mejor coeducación ....... 139-145

Vieites Conde, C. y Martínez Ten, L.: Ciento treinta actividades para
coeducar. Una propuesta para incorporar la igualdad en la escuela .............. 146-152

Pastor Julián, Ana: Una trayectoria vital............................................................... 153-155

El patrimonio en la escuela

Capel Martínez, Rosa Mª: El archivo de la Residencia de Señoritas .................. 156-161

Infante, Sor Mª Ángeles: Patrimonio de la escuela vicenciana en
España. Archivo y museo de la Casa Provincial San Vicente. Madrid ............ 162-174

Crespo de Las Heras, S. y Del Amo del Amo, Mª C.: Reconocimiento a
Mª Ángeles Galino Carrillo: docente, investigadora y gestora educativa ........ 175-181

Equally prepared for life [2009]




HOW 15-YEAR-OLD BOYS AND GIRLS PERFORM IN SCHOOL
PISA (Programme for International Student Assessment)




El fracaso escolar, ¿cuestión de sexo?


[El País, 12-04-2009]

El elevado descalabro educativo español (30,8%) es un asunto masculino - Las alumnas obtienen un rendimiento superior

REPORTAJE
JOSÉ LUIS BARBERÍA


"Tenemos un problema muy serio con los chicos", resume el profesor Antonio Matamala, tras descomponer, para el periodista, la fórmula en la que se sustenta nuestro modelo educativo: "Dos medidas de comprensión lectora, dos de atención en clase y dos de esfuerzo personal". A juicio de este pedagogo, director de Bachillerato del colegio Liceo Europeo de Madrid, el problema es que buena parte de los alumnos varones se muestran incapaces de cumplir con esas exigencias mínimas. Se mire como se mire: por cursos y ciclos académicos, por autonomías o redes de titularidad pública o privada, resulta ya innegable que las alumnas obtienen un rendimiento sustancialmente superior al de los chicos a lo largo de todo el sistema educativo. Es una noticia incómoda, incluso, excéntrica, pero tan persistente que ha acabado por romper el pudoroso corsé de la corrección política.

Reconozcámoslo abiertamente: el desastre del elevado fracaso educativo español (30,8% en 2006) y el abandono escolar temprano son un asunto esencialmente masculino. Sin la abultada contribución de los varones a ese descalabro, en el que la inmigración contribuye sólo en una porción mínima, las alumnas españolas no estarían muy por debajo de la media educativa de los países de la Organizaciónla Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), establecida en el Informe PISA. Y lo que tenemos, en la antesala de la sociedad del conocimiento, es que más del 36% de los muchachos y el 25% de las chicas salen del sistema escolar sin ni siquiera haber cubierto la Enseñanza Secundaria para Obligatoria (ESO); jóvenes con una formación académica mínima y ni oficio, ni beneficio. El objetivo comunitario de reducir el fracaso escolar al 15,5% en 2010 se ha convertido para España en una amarga quimera.

¿Vamos a un modelo de pareja común en la que el varón es manifiestamente más iletrado que la mujer? Porque en la educación, el sexo débil es claramente el masculino. "Hay chavalas con una capacidad impresionante; sacan unas notas excelentes, hacen montones de extraescolares: ballet, deporte, piano, militan en una ONG y encima, ayudan en su casa", se admira Matamala. Las chicas lo hacen ya mejor en los primeros años de escolarización y ese rendimiento diferencial superior se mantiene, con altibajos, a lo largo del recorrido educativo hasta desembocar en la Universidad. En los últimos años, el porcentaje de licenciaturas universitarias conseguido por las mujeres se sitúa en torno al 61%. Y eso, pese a que las chicas continúan estando más retrasadas en las asignaturas de matemáticas y física y que, por lo mismo, siguen mostrándose reticentes ante las carreras científico-técnicas. La directora del Instituto de la Mujer, Rosa Perís, achaca a razones culturales esa pobre representación femenina, cercana al 30%.

"Las carreras técnicas les dan miedo porque ellas son muy prácticas y buscan salidas profesionales más compatibles con el proyecto de fundar una familia, tener hijos...", explica, a su vez, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio García Martínez. Según eso, el estancamiento en el número de catedráticas y de personal docente femenino universitario (36,1%) y la falta de correspondencia entre la superior formación de las mujeres y su lugar en el mercado laboral tiene que ver con su voluntad de procrear, una suerte de "mandato de género" que trunca, a menudo, trayectorias profesionales brillantes. La discusión está en si el denominado "techo de cristal" (expresión que designa los obstáculos supuestamente invisibles que impiden a las mujeres ocupar puestos de responsabilidad para los que están preparadas) depende sólo de factores culturales o influyen también elementos biológicos. En cualquier caso, la conciliación entre la vida laboral y familiar se revela como una necesidad urgente, puesto que ningún país -no, desde luego, España-, puede permitirse el lujo de prescindir de la riqueza potencial que conlleva la formación de las mujeres.

La variable de género ha sido poco utilizada en la investigación estadística oficial, aunque pocos directores de centros de enseñanza dudan, a estas alturas, de la significación de las diferencias entre el comportamiento educativo masculino y femenino. A falta de datos oficiales y sin pretensiones científicas mayores, algunos pedagogos han optado por confeccionar sus particulares estadísticas para poder calibrar el alcance del fenómeno, siquiera en el plano doméstico. La de Matamala, que cubre los cuatro cursos de la ESO y los dos de Bachillerato, muestra que en los seis ejercicios académicos el número de varones suspendidos en más de tres asignaturas superó siempre al de las chicas. Los propios estudios del Ministerio de Educación establecen que entre los estudiantes que acaban la ESO el porcentaje de varones repetidores (49%) dobla, prácticamente, al de las mujeres (26%).

Pero es que, además, los premios extraordinarios por rendimiento académico o esfuerzo personal pertenecen a las mujeres de forma tan abrumadora que, en algunos centros, se priman los méritos masculinos para evitar que los varones se sientan convidados de piedra en la fiesta. En la práctica, la "discriminación positiva" lleva tiempo ejerciéndose en determinadas universidades privadas que buscan asegurar un cierto equilibrio de matrículas masculinas y femeninas. "Sé de una universidad, cuyo nombre no diré, en el que las mujeres necesitan medio punto más de nota media para poder ser admitidas", indica un profesor.

Aunque, por lo general, las diferencias se recortan en el Bachillerato -en la etapa en la que los asuntos amorosos ocupan buena parte del universo mental femenino y los chicos reaccionan con una mejor disposición para el estudio-, el retraso no termina nunca de enjugarse totalmente a efectos de la mayoría estadística. De hecho, el reparto más equitativo de los suspensos no permite recuperar todo lo perdido, ni deshacer la ventajosa posición que ocupan las mujeres en la franja de los sobresalientes y notables. El porcentaje de chicas que se gradúan en la enseñanza posobligatoria (Bachillerato, en la rama académica) supera en 12 puntos al de los hombres. El 58,25 % de los alumnos que se matricularon en la Universidad en 2007 fueron mujeres.

¿Qué está pasando para que este fenómeno, generalizado dentro del mundo desarrollado, se produzca en nuestro país de forma bastante más acusada? Aceptado que el nivel de inteligencia es igual entre los sexos y que la escuela tiene vocación igualitaria (a diferencia en, muchos casos, de la familia y del mercado de trabajo) las explicaciones se centran, sobre todo, en la más temprana maduración psíquica y física de las mujeres. "No se puede generalizar, pero a ciertas edades, las chicas son más espabiladas", sostiene Dolores Villalba, directora de un colegio público de Primaria en Vallecas (Madrid). "Maduran antes, son más constantes y estudiosas", apunta, a su vez, Juan José Nieto, director de un instituto de Secundaria.

Encuestas llevadas a cabo en una serie de institutos muestran que en la ESO y el Bachillerato los chicos estudian una media de tres horas semanales, mientras que las chicas dedican a esa tarea alrededor de ocho. A la vista de estos datos, está claro que demasiados niños pasan demasiado tiempo con los videojuegos y matan las horas ante el televisor en lugar de hacer sus deberes y también que las chicas trabajan y se esfuerzan más. "Ellas son más aplicadas porque también son más conscientes de la importancia de la educación. Hay que tener en cuenta que en los niveles de formación bajo la tasa de paro femenino es muy superior", subraya la directora del Instituto de la Mujer. También se implican más en la clase. "De ocho manos que se levantan para formular una pregunta académica, siete son chicas", comenta Matamala.

Y eso, por no hablar del comportamiento masculino en esas edades en las que la testosterona desbocada causa estragos. Los estudios del colegio Montessori y la experiencia de otros centros muestran que más del 80% de los alumnos conflictivos suelen ser chicos. Ellos acaparan los partes de incidencia y las expulsiones, protagonizan la gran mayoría de los actos de indisciplina y las agresiones. En contraste con esa característica física, algunos pedagogos detectan entre las chicas una "agresividad psicológica alta" de efecto igualmente pernicioso. La expresión "son un horror", referida a los niños, más indisciplinados, desordenados, inconstantes, se escucha, sobre todo, en Primaria de boca de un profesorado abrumadoramente femenino. De ahí, que, especialistas como el propio Matamala, propugnen reequilibrar la composición por sexos del profesorado. "Hay profesoras que como no logran entender los comportamientos de los niños varones corren el riesgo de incurrir en falta de empatía", señala.

Lo que parece claro es que el dominio temprano de la lectura y la escritura -de acuerdo con una serie de informes, en estas materias, las mujeres llegan a acumular una ventaja de hasta año y medio-, contribuye poderosamente al mejor rendimiento continuado. Según el Informe PISA 2006, las alumnas españolas aventajan en 35 puntos a los chicos en el área de escritura, lengua y comprensión lectora, frente a los nueve puntos de retraso que arrastran en matemáticas.

"Nuestro sistema educativo está en crisis, sobre todo, porque aplicamos la misma metodología a chicos y chicas sin tener en cuenta sus notables diferencias biológicas, el dimorfismo cerebral que explica sus distintos comportamientos", sostiene la profesora de derecho administrativo de la Universidad Carlos III, de Madrid, María Calvo Charro, autora de numerosos trabajos sobre la educación. A su juicio, las chicas se adaptan mejor al sistema gracias a su precocidad en el habla y la escritura, mientras que los chicos adquieren mayor facilidad para el pensamiento lógico matemático y el razonamiento abstracto".

Madre de dos chicas y dos chicos y presidenta en España de la Asociación Europea para la Educación Diferenciada, Calvo Charro sostiene que la educación mixta de aplicación metodológica común ha dejado de tener sentido, a la luz de la experiencia y de los actuales conocimientos científicos.

"Hay múltiples y crecientes ejemplos en Estados Unidos, Australia y Europa que demuestran", subraya, "que aplicar a los chicos y chicas metodologías y ritmos diferentes contribuye a mejorar sus rendimientos escolares. En la educación diferenciada o especializada por sexos como le llamamos, las muchachas están más centradas y tranquilas, menos pendientes de los chicos". Asegura que ellas mejoran en matemáticas y física y los chavales, que, a su juicio, precisan un ambiente más competitivo y disciplinado, progresan en lenguaje. "Veo ventajas y ningún inconveniente. No es una cosa de la derechona, no se trata de volver a segregar a los sexos; es una cuestión de eficacia, chicos y chicas pueden seguir conviviendo en la escuela y compartiendo otras clases", aclara.

Pese a todo, su propuesta escandaliza a buena parte de la comunidad educativa. "La coeducación es, en sí misma, un valor que facilita la convivencia en igualdad. Hay que tener en cuenta que la educación no es solo la transmisión de conocimientos", destaca Carmen Vieites, de UGT y promotora del proyecto Sindicadas. Educando en Igualdad. "No creo que separar a los alumnos por sexo resuelva las cosas", comenta Ana María Savaté, directora de la Oficina de Igualdad de Género de la Complutense de Madrid. Tampoco a Matamala le parece una buena idea. Al igual que otros especialistas, opina que los políticos, los padres y el conjunto de la sociedad debe tomarse en serio que la educación es una tarea de todos y que hay que combatir el modelo de sociedad consumista que alimenta el deseo y, por lo mismo, la frustración.

Piensa que los palos que bloquean la rueda del sistema educativo son también el bombardeo televisivo de la violencia, el abandono de valores como el esfuerzo y el machismo todavía latente en tantos hogares españoles. La pregunta sigue siendo: "¿Qué hacer?". Pero la única respuesta unánime es que habrá que hacer lo imposible para reducir la calamidad del desastre escolar -esa grieta de género-, y para que nuestro país no pierda pie en el camino hacia la sociedad del conocimiento.

Las diferencias entre el fracaso escolar masculino y el femenino son enormes en España


[Magisterio, marzo 2009]


El fracaso escolar se extiende por el nordeste de España


-En 2002 el fracaso escolar dividía España dos mitades, norte y sur. Pero en 2006
este fracaso ya se había extendido por el nordeste peninsular. Además, la densidad del fracaso se ha desplazado hacia el Levante.
-Las provincias con mayor fracaso son Ceuta (52%), Alicante (44%) y Almería (39,4%). Las que menos, Guipúzcoa (11,9) y Asturias (16,5%), seguidas por Soria (16,7%) y Salamanca (17,9%).
-La peor evolución la registran Teruel (11,3 puntos más desde 2002), Palencia (+9,4) y Huesca (8 puntos más). La mejora más pronunciada desde 2002 se encuentra en Soria (-8 puntos) y Ávila (-6,5).
-La probabilidad de fracasar de una chica soriana es del 7%, mientras que la de un chico alicantino es del 52%, siete veces y media más.
-La única provincia donde las chicas fracasan más que los chicos es Ceuta, aunque más de la mitad de ambos sexos no acaban la ESO. Por el contrario, varias de las provincias con mayor diferencia entre sexos se concentran en la submeseta sur.

NOTA DE PRENSA

Madrid, 25 de marzo.– El periódico semanal MAGISTERIO publica en exclusiva y por primera vez desde que se implantó la Logse el fracaso escolar por provincias. Los primeros análisis de los datos, correspondientes al periodo 2002-2006, indican que el fracaso fue ganando terreno en esos años por el nordeste español, dejando al tercio noroccidental con una tasa sensiblemente menor.
Aún así, ninguna provincia española tiene un fracaso bajo en términos europeos, ya que ni una se encuentra por debajo del 10%. Se aproxima Guipúzcoa, con un 12%, aunque por debajo del 20% se encuentran también Asturias, Soria, Salamanca, Álava y Vizcaya. Por debajo, una cuarta parte de las provincias españolas se encuentra con más de un 35% de fracaso, todas ellas en la mitad sur. Los últimos lugares los ocupan Ceuta, Alicante y Almería.


Por sexos, las diferencias se amplían mucho más, siendo más de siete veces menor la probabilidad de fracasar de las mujeres nacidas en Soria que de los hombres alicantinos.


El fracaso escolar se calcula a partir de la tasa bruta de graduados en ESO, e indica el porcentaje de población que no obtiene el título de Educación Secundaria Obligatoria. En 2006 ese porcentaje fue del 30,8% de los estudiantes. Todos los datos del estudio, en las páginas siguientes.


Chicos y chicas:

> Las diferencias entre el fracaso escolar masculino y el femenino son enormes en España, donde en 2006 alcanzaban los 14 puntos.


Ceuta:
> Sin embargo, la media española esconde una casuística de lo más variada. Por ejemplo, Ceuta es la única "provincia" donde chicos y chicas están
igualados en fracaso. Desgraciadamente, para mal: tanto la mitad de los chicos
como la mitad de las chicas fracasan en este territorio, dependiente,
por cierto, del Mepsyd.

Diferencias reducidas:
> Tras esta ciudad autónoma, las provincias con menos diferencias
de fracaso entre chicos y chicas son Palencia (2,5 puntos), Guipúzcoa (6,4), Melilla (7,4), Zaragoza (7,9) y Barcelona (9,7). Son las únicas provincias
con menos de diez puntos de diferencia.

Diferencias enormes:
> Por la parte baja de la tabla, el caso de Cáceres es el más relevante,
pues hay 23 puntos de diferencia entre el fracaso de
uno u otro sexo. La siguen, con una diferencia entre 19 y 20
puntos, Cuenca, Toledo, Soria, Castellón y Albacete.

Sorianas:
> El caso de Soria es bastante particular: mientras que los hombres tienen un fracaso escolar similar al de las provincias de su entorno, las chicas
obtienen el menor fracaso de España, con un 7%.

Meseta sur:
> No deja de ser preocupante –aunque el Ministerio de Igualdad no moverá una pestaña por este hecho– el que las mayores diferencias entre chicos
y chicas se concentren en la meseta sur, donde se concentran cuatro de las seis provincias con más diferencias.
Capitalidad:
> Las provincias con grandes ciudades suelen tener menos diferencias
de fracaso entre chicos y chicas, y por ello están en la parte alta de la tabla Madrid, Barcelona o Zaragoza.

Siete veces más:
>Una soriana tiene un 7% de probabilidades de fracasar. Un alicantino, un 52%.

Artículo completo en:
LINK

Fracaso escolar en España en 2006

El fracaso escolar alcanza ya al 30,8% de los estudiantes.

Por sexos, las diferencias entre chicos y chicas son de 14 puntos, pues mientras que fracasa el 23,6% de las mujeres, el fracaso de los chicos es del 37,6%.

LINK

Los repetidores se multiplican

[El País, 2.11.2007]

El 42,3% de los chicos de 15 años ha repetido, una tendencia que crece sin cesar desde 1987 - ¿Claves?: la falta de inversión, la escolarización hasta los 16 años y la presión social



REPORTAJE

El número de repetidores en los institutos españoles se dispara. El porcentaje ha roto la tendencia y amenta ininterrumpidamente desde hace siete años hasta llegar al 42,3% de los alumnos de 15 años en el curso 2005-2006, según los últimos datos, recien publicados, del Ministerio de Educación. Hay que remontarse 19 años atrás, a 1987, para encontrar un porcentaje de repetidores más alto, un 44,3%.

La situación se agrava en el caso de los chicos: casi la mitad de los varones ha repetido alguna vez, y sólo el 36% de ellas. Atender cada año por segunda vez a los repetidores cuesta unos 1.000 millones de euros, asegura el secretario general de Educación, Alejandro Tiana.

Estas cifras son una señal de alarma sobre el preocupante porcentaje de repetidores (éste es uno de los indicadores de falta de calidad dentro de un sistema que no sale muy bien parado en las comparaciones internacionales) y sobre su persistente tendencia al alza. Los expertos señalan varias razones: el aumento de la edad de escolarización obligatoria a los 16 años (completado en 1999) o la llegada masiva, poco después, de alumnos inmigrantes, muchos con problemas de idioma o un nivel educativo más bajo. También existe una presión social sobre los profesores después de los mediocres resultados de los alumnos en los informes internacionales de PISA, el primero, publicado en 2001, y según coinciden los expertos, la falta de inversión.

Agustín Moreno, docente del instituto público Salvador Allende de Fuenlabrada (Madrid), asegura que para atender bien a los estudiantes hacen falta más profesores: "No es lo mismo tener pocos alumnos por clase que tener 35 en 4º de ESO como hemos llegado a tener", asegura.
El porcentaje del PIB destinado por las administraciones a Educación bajó en España del 4,6% en 1996 al 4,30% en 2005, coincidiendo con la etapa de Gobierno del PP (en los últimos años la inversión se ha recuperado hasta el 4,8% del PIB, aún un punto por debajo de la media de la OCDE). Aunque es cierto que la inversión por alumno sí subió, de 2.843 euros en secundaria a 4.800 en 2003, si se desciende al gasto en cada comunidad se comprueba que el País Vasco, el que más invierte (más de 5.500 euros por alumno ya en 2001), es también la que tiene menos tasa de repetidores.

Así, el dinero es importante, pero sobre todo, cómo se gasta. "Hay personas que para alcanzar los objetivos necesitan que hagamos cosas muy complicadas". La profesora de Psicología de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid Elena Martín se refiere a la atención a la diversidad, adaptar lo que se enseña a las necesidades de cada alumno.

Algo que tiene mucho que ver con ese número de estudiantes por clase y también con medidas de apoyo específicas como la adaptación de currículos o alternativas distintas de clases y asignaturas. En definitiva, una flexibilidad que, según Martín, el esquema actual de los institutos no permite. Sin todas esas medidas, "el recurso de la repetición es mucho más sencillo", añade recordando el hecho de que de que tradicionalmente la repetición se ha utilizado como otro elemento "más de selección que de apoyo".

El sociólogo de la Universidad Complutense Rafael Feito asegura que la reforma que impulsó el PP a partir de 2002, con la idea de separar a los alumnos en distintos itinerarios según su rendimiento, "crea en la secundaria un ambiente favorable a la segregación temprana y se promueve la idea de que la educación secundaria no es para todos". La gran crítica del PP a la reforma del PSOE en los años noventa, y que hoy mantiene contra la reforma actual, es que no promueve el esfuerzo, que hay que endurecer los niveles de exigencia para recuperar ese valor.

¿No puede ser que el nivel de los alumnos haya bajado? "Esa es una lectura, pero también habría que ver si los niveles que se están exigiendo son los idóneos o no y si hay otras soluciones alternativas a la repetición", se defiende el secretario General de Educación, Alejandro Tiana.

Los informes internacionales tanto de la OCDE como de la UE desaconsejan la medida de la repetición, por cara e ineficaz, recuerda Tiana, aunque tampoco fomentan la promoción automática que tienen países modelo por sus resultados educativos como Finlandia, Noruega o Japón. "Lo que está claro es que la repetición por sí sola no soluciona los problemas, hacen falta medidas de apoyo tanto si repite como si no", asegura Elena Martín, que recuerda que la nueva ley educativa aprobada el año pasado habla de programas específicos de apoyo para los repetidores.

"¿Qué porcentaje de repetidores tendría que haber para considerar que nuestro sistema educativo funciona bien? Creo que la repetición de curso es más un problema que una solución. Si el dinero que se destina a los repetidores se orientara a medidas de prevención y apoyo a los alumnos con dificultades, la calidad de la enseñanza mejoraría", asegura el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi.

El mensaje de que estudiar por segundo año lo mismo de la misma manera no sirve para mejorar el sistema "va calando", considera la experta Elena Martín. Sin embargo, hay entre el profesorado conceptos distintos de lo que significa enseñar o educar, explica el profesor de secundaria Agustín Moreno en referencia a los profesores que consideran que su deber es, simplemente, transmitir unos conocimientos. Lo vincula además a la falta de formación didáctica en algunas asignaturas que se viene debatiendo desde hace años: "Estoy seguro de que si hubiera cifras de los suspensos, matemáticas e inglés estarían los primeros".

También hablan los profesores de presión social: "Desde que salieron los primeros resultados internacionales de PISA, que dejaba a España en un puesto muy bajo, he notado que el debate está ahí y que muchos profesores han optado por ser más estrictos en la evaluación", asegura Fernando Mazo, coordinador de la ESO en el centro concertado Lourdes, de Madrid.

Aquellos malos resultados del Informe PISA de la OCDE de 2000 se refrendaron en 2003 (en pocas semanas se publicará el siguiente informe). Pero ya en aquel segundo texto los expertos de la OCDE hicieron hincapié en el alto porcentaje de repetidores que presentaba España, muy por encima de la media de los países desarrollados, pero en niveles parecidos a los de Francia o Luxemburgo (las cifras no son comparables con las del Ministerio de Educación porque en PISA lo hacen mediante encuesta).
Las repeticiones se producen mucho más entre los hombres que entre las mujeres, porque ellas saben que, con el mismo nivel de estudios encontrarán menos trabajo que sus compañeros, según un estudio del año del Consejo Social de la Complutense. Pero además, ellas son más maduras en la adolescencia, precisamente cuando se concentran las repeticiones, entre 2º y 3º de la ESO (en el gráfico se puede ver el salto entre las repeticiones a los 12 y a los 15 años). Unas edades difíciles en las que antes una parte del alumnado había dejado de estudiar, pero ahora ha de permanecer en la escuela hasta los 16, en muchos casos, con la cabeza puesta en un mercado laboral boyante en empleos no cualificados.
"Allí donde hay un amplio mercado de trabajo de baja cualificación -sobre todo el sector del turismo- los chicos tienden a abandonar la escuela para trabajar y ganar lo que para un joven de 16 años es una fortuna. Eso explica que una comunidad rica, como Baleares, tenga una tasa tan alta de repetición", del 48,7%, asegura el sociólogo Rafael Feito.

La evolución de las cifras también refleja que la promoción automática (pasar de curso independientemente de los suspensos) que tanto se ha criticado de la reforma educativa de los años noventa apenas se llegó a aplicar (y ésta sólo existía de 1º a 2º de la ESO), Cataluña es un ejemplo: allí sí hubo un esfuerzo por aplicarla y la tasa de repetición es hoy de las más bajas de España, del 31,5%.

Esa edad crítica a la que se producen la mayoría de las repeticiones puede ser un factor fundamental, lo que nos lleva a la reforma educativa de los años noventa que culminó en 2000 y cuya resaca también ha podido influir en el aumento de las repeticiones. El proceso de transición, que podía perjudicar a los repetidores en 8º de EGB (al cambiar de sistema tardarían tres años más en obtener el título), pudo hacer actuar a los maestros con mayor benevolencia a los profesores entre 1996 y 1999, y luego, una vez generalizada la ESO, en torno a 1999, comenzó un nuevo "tipo de evaluación en una etapa en la que estudian ya juntos todos los alumnos", explica Álvaro Marchesi, uno de los impulsores de aquel cambio legislativo. Completada la reforma, se acabó la benevolencia.

Tasa de abandonos prematuros de los estudios en España

La tasa de abandonos prematuros de los estudios en España es de 34,8 para los hombres y de 22,2 para las mujeres. (Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2004)

http://www.ince.mec.es/Indicadores%20Publicos/pdfs/rs6.pdf

El 30% de los alumnos españoles no finaliza la Secundaria Obligatoria

Comunidad Escolar, Año XXIV, número 794, 27 de septiembre de 2006


Mientras el 30% de los alumnos españoles no obtiene la titulación en Secundaria Obligatoria, las mujeres logran el doble de titulaciones que los hombres en Bachillerato y FP de grado medio. Según el último informe de la OCDE, las ratios de los centros españoles se sitúan por debajo de la media, mientras que el número de horas de clases en Primaria y Secundaria es mayor en España.


Madrid. R.C.


A pesar de reconocer que el índice de fracaso escolar en nuestro país se sitúa muy por encima de la media europea, la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, se ha mostrado convencida de que con la implantación de la Ley Orgánica de Educación (LOE) se reducirán estas elevadas tasas. Según refleja el último informe de la OCDE, el 30% de los alumnos españoles no finaliza la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), mientras que la media en los países de la OCDE es del 12%. No obstante, la titular de Educación advirtió que estos datos corresponden al año 2003, cuando gobernaba el Partido Popular. En su intervención en el Congreso de los Diputados, subrayó que la memoria económica que acompaña a la LOE prevé una inversión que asciende a 7.000 millones de euros, con lo que se demuestra que el Gobierno otorga prioridad a la reforma educativa. Asimismo, recordó que la LOE da especial relevancia a la detección de dificultades de aprendizaje desde la Educación Infantil y Primaria, además de la atención a la diversidad en Secundaria y el desarrollo de programas de cualificación profesional.


Logros educativos

Este informe de la OCDE se ha estructurado en torno a cuatro capítulos. Del primero de ellos, dedicado a los logros educativos de la población adulta, se desprende que el porcentaje de españoles que ha alcanzado una titulación de educación secundaria superior, correspondiente a Bachillerato, FP de grado medio y otros estudios secundarios ha mejorado con respecto al año anterior, pero sigue siendo inferior al de la OCDE. Del segmento de población entre 25 y 64 años, la tasa de los que lograron una titulación de educación secundaria superior es de 45%, frente al 67% de la OCDE o de la UE. Aunque se ha mejorado en dos puntos con respecto al año anterior, la distancia con respecto a la OCDE es todavía elevada.


Según precisó Alejandro Tiana en la presentación del documento, la tasa de la generación española de 55 a 64 años estaba a 32 puntos de la de la OCDE (21% frente a 53%) y la distancia de la población de 25 a 34 años desciende a 16 puntos. En los treinta años que hay de diferencia entre ambas poblaciones nuestro sistema educativo ha reducido la distancia con la OCDE a la mitad y ha multiplicado por tres el porcentaje de españoles que ha alcanzado una titulación en educación secundaria superior. La proporción de estudiantes que actualmente completan las enseñanzas de Bachillerato o ciclos formativos de grado medio en relación con su grupo de edad se sitúa en España en el 66% frente al 81% de media de la OCDE.


Titulaciones

Este documento constata que las jóvenes españolas de 25 a 35 años han permanecido un promedio de 12,5 años en el sistema educativo frente a 11,9 años los varones. Además, la proporción de mujeres entre 25 y 34 años con titulación de Bachillerato o FP de grado medio supera en 17 puntos a la de los varones, mientras que en la OCDE dicha diferencia es de sólo 9 puntos.


Por otra parte, los resultados españoles en educación superior se sitúan en posición destacada entre los países de la OCDE, del 38 frente al 31% respectivamente. Mientras que en educación superior España ha alcanzado porcentajes similares a la media de la OCDE, en secundaria superior Bachillerato y FP de grado medio estamos todavía lejos de esa media.

El secretario general de Educación declaró que la “universidad no es una fábrica de parados”, ya que este informe verifica que el paro entre los varones españoles que sólo tienen estudios primarios (8,7%) es casi el doble que el de los que tienen estudios medios o superiores (4,9% y 5,3% respectivamente). En cuanto a las mujeres, la proporción es similar 17,2% frente a 8,8%, no obstante las cifras de paro son casi el doble que las de ellos.

Sobre un índice 100 equivalente a los ingresos alcanzados por los titulados en educación secundaria superior, los varones licenciados españoles alcanzan un nivel de ingresos de 144, mientras que las personas que no terminaron esta etapa se queda en 84. Por su parte, las mujeres licenciadas logran un nivel de salarios de 156, cifra que duplica el de aquellas que no finalizaron la secundaria superior.


Gasto

Aunque el gasto educativo ha aumentado de manera continuada en la última década, su crecimiento ha sido durante años inferior al del Producto Interior Bruto (PIB), con el resultado de que el porcentaje de gasto público en educación con respecto al PIB que en 1995 era del 4,6%, en 2003 era sólo del 4,3%, cifras significativamente menores que las correspondientes de la OCDE, 5,3% en 1995 y 5,5% en 2003.


Mientras que la proporción del gasto corriente en educación destinado al profesorado de Primaria y Secundaria, en relación con el gasto total en educación, es del 74,6%, frente al 63,6% de la OCDE. En educación terciaria, estas proporciones son respectivamente del 58,5% y 43%.
Los españoles han permanecido menos tiempo en la enseñanza formal que la media de la OCDE, pero las distancias se acortan si se considera la población más joven y desaparecen si se atiende a la esperanza de escolarización de los menores de 5 años. En los últimos veinte años, la permanencia en el sistema educativo ha mejorado en dos años en los hombres y en más de tres en las mujeres. En 2004, la esperanza de escolarización para los menores de 5 años era de 17,2 años y en la OCDE de 17,4.



Organización de centros

En casi todas las edades, el número total de horas de clase obligatorias en Primaria y Secundaria es mayor en España, que en la OCDE. Así como, el número medio de alumnos por clase en centros públicos de Primaria es de 19,3, situándose por debajo de la media de la OCDE que es de 21,5. En Secundaria es de 24 alumnos en España y de 23,8 la media de la OCDE. Por lo que se refiere a los centros privados, la media de alumnos por clase en Primaria es de 24,3, frente a 20,3 en la OCDE, mientras que en Secundaria es de 26,9 frente a 22,8 respectivamente.En Educación Infantil ha pasado de 14,8 en 2003 a 13,9 en 2004, pero en el OCDE ha aumentado de 14,4 al 14,8. La cifra española en Primaria es de 14,3 alumnos por profesor, frente a 16,9% de la OCDE y en Secundaria de 10,8 y de 13,3, respectivamente.


Por su parte, los profesores españoles de Primaria imparten 880 horas de clase al año, mientras que en la OCDE es de 805 de media. Así como, en Secundaria obligatoria las horas lectivas anuales son 581 y en la OCDE es de 704 y en la Secundaria postobligatoria, 564 y 663 respectivamente. No obstante, las horas totales de trabajo y el número de días trabajados al año es similar en España y en los países de la OCDE.

Si bien los salarios iniciales de los profesores españoles son en general un 25% superior a los de sus compañeros de la OCDE, en los primeros años de docencia, la proporción entre el salario máximo que se alcanza en Educación Secundaria y el inicial es de 1,43 en España frente al 1,7 de la OCDE. En nuestro país, un profesor necesita 39 años para alcanzar el salario máximo, mientras que la media de años de la OCDE es de 24. Por último, el poder adquisitivo del salario de los profesores españoles, medido en euros constantes, ha descendido entre 1996 y 2004.